jueves, 10 de abril de 2014

Como siempre, estoy con Lucía en su pieza, haciendo nada. Me levanto porque tengo que ir a comprar. Llego al kiosco y me encuentro con mi mamá, que está decidiéndose entre comprar un set de maquillajes de Disney o un labial- base. Me pregunta y le pregunto para qué es, a lo que me responde "para Nory (su cuñada), para el bebé". Me molesto mucho. Le empiezo a recriminar por qué yo me entero última todos los embarazos. Me voy enojada, salgo y me encuentro a Cami mirando en la vidriera el labial- base, con cara de quererlo mucho. Vuelvo a la casa de Lucía, no compré nada. Ella ya no estaba. Decido ducharme para calmar tensiones, pero con la cortina y la puerta abierta. Pasan 5 minutos y aparece por la puerta, viéndome toda desnuda, a lo que dice "bueno, algún día tenía que pasar". Mientras tanto viene la Pancha (su perra) y se mete dentro de la bañera conmigo (ésta bañera en la realidad no existe) y orina dentro, pero con una pose no característica de los perros, una pose, como quién dice, en cuatro, con la cola para mi lado. Y ahí noto que no tiene cola de perro, tiene un culo de persona. Y yo le digo a Lu "qué lindo culo tiene la Pancha, re suavecito".

lunes, 31 de marzo de 2014

Hace frío. No tuve mejor idea que elegir darme una ducha para matar el tiempo. Entro al baño y me encuentro con Lucía y un grupo de gente de Colgate. Me siento en una propaganda. La están entrevistando. Ella se niega. Intentan convencerla diciéndole que son de TN. No estoy segura de si accedió o no, pero entré a ducharme indiferentemente. Pasa no más de un minuto desde que entré, abro la cortina y les digo "éste jabón no enjabona. Me pueden pasar uno que enjabone bien?".

domingo, 30 de marzo de 2014

Bajamos del colectivo con Lucía y nos dirigimos hacia el semáforo para cruzar la calle correctamente, no como siempre quiero hacer. Mientras esperamos a que cambie, yo me agacho a atarme los cordones, levanto la vista y veo que se acerca una camioneta chevrolet con dos hombres atrás. No le doy importancia. "Seguramente nos van a decir algo" pienso. Pero no. De repente se bajan y se la llevan. Yo quedó en shock. Qué mierda hago? pido ayuda pero nadie me hace caso. Corrí hasta su casa, estábamos a una cuadra. Llamo a los papás y no están. Después de haber fallado tantas veces al pedir ayuda, me senté en la esquina a llorar desconsoladamente. Ya van a ser dos horas de que estoy acá y no llegan. Veo pasar la misma camioneta que se la llevó, con uno de los varones mostrándome a mi amiga drogada y dormida. Y no puedo hacer nada.
Como si estuviese jugando con otra persona a un juego de play station, veo una pantalla dividida en dos partes. Una izquierda y una derecha. 
En la parte izquierda, hay tres hombres vestidos de negro. No se les ve la cara. Están caminando por un sendero en el cuál se encuentran con un muro gigante que parece muy difícil de derrumbar. Siento que hay cosas feas en él. Y digo "siento" porque no las veo. Ellos entraron en desesperación al no saber cómo seguir, está oscuro; comenzaron a llorar mucho. Con llanto. Asustados intentaron derrumbarlo pero fallaron. Tristes, se sentaron resignados. 
En la parte derecha, observo la misma escena pero en vez de reaccionar de ésta manera frente a la pared enorme, juntaron fuerzas de donde no tenían y probaron en muchas ocasiones tirarlo abajo pero sus intentos eran sólo fracasos. Comprendieron que no podían, entonces buscaron otra forma de pasar éste obstáculo en su camino. Y ese modo fue pasándolo por encima. Felices, siguieron su camino. A menudo se encontraron con más estorbos pero el procedimiento fue el mismo. Comencé a ver con mucha claridad hasta que ya no pude ver más nada y desperté.
Se me ocurrió crear una página en internet, con el fin de que las personas en pareja las pudiesen engañar con otras en su misma situación. La llamé "after cheating". No estoy en una relación con nadie pero me inventé una cuenta igual para matar el tiempo. Hace días que hablo con un hombre, cuyo nombre no recuerdo. Era interesante hablarle hasta que comenzó a querer seducirme todo el rato que hablábamos. Le dije reiteradas veces que deje de hablarme, él se negaba, entonces terminé cerrando mi cuenta.
Falleció Yamil en un accidente de tránsito. Sigo sin caer. Fue un día antes de haber soñado ésto, fuimos al velorio a cajón abierto. Lo vi. Mi mamá y mis hermanas se habían ido a casa de mi abuela. Yo decidí quedarme. Ya era de noche. Me fui a dormir.
Comienza el sueño. Prendo la computadora para distenderme un poco. Me tiemblan las manos. Tengo miedo y no sé de qué. Supongo que por quedarme sola en casa. Son las tres de la mañana. Tocan la puerta. "Quién es?" digo. "Soy Yamil" me responde. Abro pensando que me están haciendo una broma, aunque no entiendo quien sería tan hijo de puta de hacerlo. Y no. No es una broma. Es él. Está parado en mi puerta. No tiene aspecto de estar vivo. Me pongo nerviosa, siento algo horrible en todo el cuerpo. Me empiezo a alejar. Él me sigue diciéndome que lo abrace, que no tenga miedo. Estoy llorando, "no quiero" le digo. Noto que camina un poco rengo, quejándose del dolor, en la pierna le sobresale un hueso, chorrea sangre. El cuello lo tiene roto. Tiene sangre en la cara. Sangre por todos lados. Se está acercando a mí. Yo me choco con una pared. Lo tengo muy cerca mío. Lloro peor. Me toca la mano. Está muy frío. Siento que me desvanezco, y en eso escucho un "no lloren, estoy bien acá".
Estar tirada en la cama mirando el techo me parece más apasionante que hacer otra cosa pero aún así me levanto, enciendo la computadora y me pongo a hablar con Cami. Un día cualquiera. Mi celular comienza a sonar. Una llamada de Susi. Respondo y escucho un "hola, tenés que venir rápido a casa". No pude ni preguntar por qué. Habrá pasado como una hora hasta que llego. La veo sentada en el sillón anonadada sin decir nada, ni siquiera recibí un "hola". Me pareció raro. Voy a ver a Lu a su pieza y me encuentro con ella, acostada, con un rostro palidecido y con ojos abiertos. Está quieta, emanando una especie de espuma blanca de la boca. Me acerco para limpiarla y noto muchas pastillas alrededor de su cuerpo. Entro en estado de shock. No puedo moverme. No puedo creer lo que estoy viendo. Como puedo, le toco la frente y está fría. Muy fría. Empezó a temblar. No reacciono. Voy a la cocina a buscar el teléfono. Susi sigue en el sillón mirando hacia la nada. Intento animarla para pedirle ayuda pero no responde. Pareciera que no está acá conmigo. Vuelvo con mi amiga. Ya no tiembla, está quieta y rígida. Ya no puedo hacer nada. Estoy desesperada .. lloro muchísimo y ella me mira.
Mientras escucho una música particular de los '50, me meto en la bañera a ponerme un rato en remojo. Está todo en blanco y negro. Salgo y me miro en el espejo, como acostumbro hacer. Me doy cuenta de que mis pechos están raros, que no son míos. Pienso y pienso y recuerdo que los de Bettie Page son exactamente iguales a los que tengo en ese momento. No entiendo. Vuelvo a mirar al espejo, la cámara me enfoca el rostro y me sorprendo (cara que solía hacer ella) llevándome la mano hacia la boca.
Con Susi, Claudio y Lu vinimos a un lugar parecido a Parque Pereyra a pasar la tarde. Me levanto a caminar un rato y cuando vuelvo, ya no están. Estoy sola en un bosque. Tengo miedo, "qué carajo hago ahora?" pienso. No quiero llamarlos porque se van a cagar de risa. "Me perdí?". Camino y camino como una hora y media. Llego a una estación de servicio, que es muy muy antigua, y llamo por teléfono a Claudio desde una cafetería. "Nos fuimos porque Susana se sentía mal. En quince llegamos". Los esperé, bajaron todos menos Susi. Cuando volvemos al auto, vemos que ella ya no está. La llama al celular. No atiende. Lo llaman de un número desconocido diciendo que está en tal lugar, que vayamos a buscarla. Fuimos (en la realidad es el consultorio del dentista de Lu). Un tipo nos abre y desde el mostrador nos da, en bolsas ziploc, partes de un cuerpo humano. Reconozco la campera de ella. Siento una parálisis corporal insoportable. Lucía llora y Claudio me dice "No importa Miqui, alguna vez tenía que pasar".
Estoy en un festival, (muy parecido al de un capítulo de los simpsons en el que pierden la casa) y me topo con un lugar en el que se hacen trueques. Ro está conmigo, me acaba de decir que le gustó una cosa que no veo qué es pero nos piden algo a cambio y no tenemos nada. Entonces se me ocurre cambiar uno de mis aritos "de plata" (son de fantasía en la realidad, de Todo Moda, para ser más exactos). Me tomo la molestia de sacármelo con cuidado, me lo dejo en la mano y se lo doy al señor del puesto. Me despierto y me doy cuenta de que no tengo puesto el arito. Lo perdí, porque claramente me lo saqué en serio.
Me encuentro caminando por un lugar que desconozco. Por cómo me siento, puedo decir que desde hace mucho tiempo lo estoy haciendo. Siento sed y cansancio. Es una calle larga, parece que no tiene final. De repente, ésta calle ya no es más interminable. Ahora me encuentro en una esquina, en la cual se abren dos caminos, uno hacia la izquierda, otro hacia la derecha. Me siento desorientada. Elijo el derecho. Sigo caminando. A lo largo de ésta avenida veo, en reiteradas veces, muchas cosas agrupadas de a tres. Tres casas, tres árboles, tres bancos, etcétera. Llegué a un edificio, que casualmente, era el tercero del tercer grupo de edificios que vi. Estoy subiendo al piso tres. Cuando salgo del ascensor, observo tres puertas. La mía es la tercera. Saco mi juego de llaves, en el cual tengo tres. La tercera es la correcta. Abro la puerta, hay tres habitaciones. Me descalzo, dejo las llaves en una cómoda, me miro en un espejo que hay sobre ella y ya no soy yo, soy una señora desconocida.