domingo, 30 de marzo de 2014

Mientras escucho una música particular de los '50, me meto en la bañera a ponerme un rato en remojo. Está todo en blanco y negro. Salgo y me miro en el espejo, como acostumbro hacer. Me doy cuenta de que mis pechos están raros, que no son míos. Pienso y pienso y recuerdo que los de Bettie Page son exactamente iguales a los que tengo en ese momento. No entiendo. Vuelvo a mirar al espejo, la cámara me enfoca el rostro y me sorprendo (cara que solía hacer ella) llevándome la mano hacia la boca.

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